A pesar de apoyar públicamente el debate, la empresa solicitó medidas para frenar protestas.

Protestas ante las oficinas de Google en Londres, Reino Unido, por los planes que tenía la compañía para crear un buscador que acate la censura en China.

Durante los últimos meses múltiples debates internos han tenido lugar en Google y a pesar de que públicamente el gigante tecnológico ha dicho que apoya las discusiones y fomenta la diversidad, un reporte reciente reveló que la empresa había solicitado al gobierno de los EE. UU. generar limitaciones al activismo en los entornos laborales. 

Entre los debates más recientes resalta el desacuerdo con parte de sus políticas frente al acoso sexual en el trabajo y el polémico proyecto conocido como Dragon Fly, con el que Google planeaba llevar a China un buscador que acatara la censura en ese país. De acuerdo con Bloomberg, Google le pidió al gobierno específicamente que restringiera el derecho a organizar protestas a través de los correos electrónicos corporativos.

El antecedente legal viene de la administración del expresidente Barack Obama, cuando la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB por su sigla en inglés) amplió los derechos de los empleados permitiéndoles usar el sistema de correo electrónico de su lugar de trabajo para organizarse en torno a los problemas laborales.  El precedente fue una victoria lograda por un caso de 2014 en el que la agencia Purple Communications impidió que las compañías castigaran a sus empleados por usar los sistemas de correo electrónico laborales para circular peticiones o el promover paros, así como los intentos por formar un sindicato.

De acuerdo con Bloomberg, según dos solicitudes realizadas por Google en mayo de 2017 y noviembre de 2018, Alphabet, la casa matriz de Google, instó a la NLRB a deshacer ese precedente. Los abogados de Google escribieron que la norma de 2014 «debería ser anulada» y citaron como precedente una norma de la era de George W. Bush, en la que se permite a las empresas prohibir la organización colectiva de sus empleados utilizando sus sistemas de correo electrónico.

En un correo electrónico a todo Google, Sundar nos aseguró que él y los líderes de Google apoyaron la retirada

Según Bloomberg, en un comunicado enviado por correo electrónico, Google expresó: «No estamos presionando para que se realicen cambios a ninguna regla». Más bien, dijo, la afirmación de Google de que las protecciones de la era de Obama debían anularse era «una defensa legal que incluimos como una de las muchas defensas posibles» contra otras reclamaciones ante la NLRB.

Pero para otros, si la institución de gobierno hiciera lo que Google quería, «tendría un enorme efecto escalofriante». Así lo describe el activista de Google, Colin McMillen, uno de los participantes de una huelga en noviembre que tuvo lugar tras las revelaciones sobre el manejo de un caso de presunto acoso sexual dentro de la compañía.

Según dijo el trabajador a Bloomberg, en dicha protesta, el sistema de correo electrónico de los empleados de Google desempeñó un papel fundamental para la organización, pues más de mil trabajadores que se unieron a una lista de correo electrónico que usaron para planificar los encuentros.

las solicitudes de la compañía a la Junta Nacional de Relaciones Laborales cuentan una historia diferente

El rol del correo corporativo es importante puesto que los empleados de la compañía están diseminados por todo el mundo y no tienen los correos electrónicos personales de la mayoría de sus compañeros de trabajo. McMillen actualmente trabaja en la oficina de Cambridge en Massachusetts, pero dijo que había renunciado a su trabajo y que su último día es el próximo mes.

«Esto demuestra que el liderazgo de Google no está operando de buena fe», dijo McMillen. «Pueden tener un ayuntamiento y tratar de decir palabras tranquilizadoras y hacer que la gente no quiera dejar de fumar, pero si en el fondo no solo rechazan la realización de la mayoría de las demandas de la huelga, sino también tratan de frenar nuestra capacidad de coordinar y hablar entre nosotros sobre estos temas, eso es extremadamente preocupante «.

El 1 de noviembre, miles de empleados de Google en todo el mundo se unieron a una caminata de mediodía para instar a la compañía a revisar su manejo de la conducta sexual inapropiada y cambiar sus políticas, incluso agregando un representante de los empleados a su junta directiva. Una semana más tarde, el CEO Sundar Pichai anunció que la compañía haría cambios, incluido el fin del arbitraje forzoso por acoso sexual y acusaciones de agresión. «Incluso en tiempos difíciles, nos alienta el compromiso de nuestros colegas de crear un mejor lugar de trabajo», escribió Pichai en un correo electrónico a los empleados.

Es una ironía saber que Google, de todas las compañías, tomaría una posición tan estrecha

Tres semanas más tarde, sin fanfarria, y en un caso no relacionado con la huelga, los abogados de Google hicieron su última presentación instando a la Junta Laboral a deshacer el precedente de 2014 que protege la capacidad de los trabajadores para organizarse.

Según organizadores de la huelga que pidieron a la agencia no ser nombrados por evitar represalias, “en un correo electrónico a todo Google, Sundar nos aseguró que él y los líderes de Google apoyaron la retirada. Pero las solicitudes de la compañía a la Junta Nacional de Relaciones Laborales cuentan una historia diferente» escribieron en una declaración.

«Si se revierten estas protecciones, Google será el cómplice de limitar los derechos de los trabajadores en todo Estados Unidos, no solo a nosotros», puntualizaron. 

Por parte de Google, un vocero indicó: «Google es uno de los lugares de trabajo más abiertos del mundo. (…) Los empleados tienen múltiples foros internos para expresar sus opiniones, plantear inquietudes y conectarse, incluidos miles de comunidades internas y decenas de miles de grupos de correo electrónico».

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Las objeciones de Google a la protección legal para los empleados que se organizan a través del correo electrónico laboral fueron presentadas dentro de documentos de defensa legal ante dos acusaciones presentadas por un director regional de la NLRB. En una queja de 2017, la agencia acusa a Google de violar la legislación laboral federal, de mantener políticas laborales que infringen los derechos de los trabajadores y de amenazar a los empleados.

Google ha negado las acusaciones de la NLRB y ha dicho que no existen irregularidades. Pero la protección establecida por el casod e Purple Communications es «bastante fundamental» en conceto de Wilma Liebman, quien presidió la NLRB durante el primer mandato de Obama. Según Liebman, dada la retórica de Google sobre «el libre intercambio de ideas, y en sí misma como un proveedor de mecanismos de comunicación», dijo, «es una ironía saber que Google, de todas las compañías, tomaría una posición tan estrecha».

REDACCIÓN TECNÓSFERA*
*Con Bloomberg

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