Los toros de los Sanfermines

• Repaso a los momentos de la fiesta desde que llegan los toros a Pamplona
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Sanfermines y los toros

Los Sanfermines es una fiesta íntimamente ligada al toro, claro protagonista de estos festejos. Los encierros son la parte más popular y lo que más atrae a los turistas de todo el mundo que acuden cada año a presenciar estas fiestas. Sin embargo, hay otros momentos de igual importancia que el encierro pero no tan conocidos.

La noche antes al encierro se celebra el encierrillo en sepulcral silencio. Los astados que correrán en el encierro son trasladados desde los Corrales del Gas hasta los de Santo Domingo. Tan solo un número determinado de personas, gracias al sorteo de unos pases, pueden presenciarlos.

El recorrido es de 440 metros y desde 1899 se realiza de forma invariable. Ese año el ayuntamiento decidió utilizar las instalaciones de la antigua fábrica de gas para alojar a los toros que se traían a las fiestas.

Acompañados de la luna, pastores y cabestros, junto a la manada comienzan el recorrido con el ancestral sonido del cuerno, el toque de un primer clarín anuncia que el corral de Santo Domingo está libre. Un guardia en el puente de la Rochapea, al oírlo, da un segundo toque: la subida a los corrales está también despejada. Entonces sale la manada con los pastores hasta los corrales de Santo Domingo.

Los toros en el coso pamplonés

Una vez celebrado el encierro, los morlacos quedan en los corrales de la plaza de toros. Cada mediodía tiene lugar el apartado. Consiste en un evento con carácter más social que taurino en el que se procede a sortear a los astados.

Los representantes de los matadores que lidiarán por la tarde hacen tres lotes con los astados, y alcanzado el acuerdo, anotan los números de los animales e introducen el resultado en el interior del sombreo de un mayoral. Se extraen las papeletas correspondientes a los tres lotes y se adjudican a cada uno de los toreros por orden de antigüedad.

Y otro momento importante de las fiestas es la corrida de por la tarde en la plaza de toros. La fiesta está muy presente en la corrida, tanto es así que conseguir la atención de los asistentes, especialmente del tendido de sol, es complicado, nunca imposible. Por eso, el silencio es síntoma de triunfo.

Y antes de la corrida, a las 17.30 horas, se celebra lo que se denomina desfile de caballeros en plaza, que es una especie de profesión profana, en la que salen desde la plaza del Ayuntamiento la banda de música que tocará en la plaza de toro, las mulillas que van a arrastrar el ruedo y los alguaciallos que despejan el coso antes de la corrida.

Otra peculiaridad de la plaza de toros de Pamlona es que después del tercer astado, todos los asistentes coinciden en que es la hora de la merienda.