• Sería el último país de la zona euro en salir de la vigilancia comunitaria de su déficit público iniciada con la crisis
  • No obstante, España y otros países de la UE seguirán bajo control para reducir la deuda pública

Sede de la Comisión Europea en Bruselas.

PIXABAY

La Comisión Europea espera que en el mes de mayo España podrá "pasar una página muy dolorosa", si, como ha pronosticado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, abandona el procedimiento por déficit excesivo al que tuvieron que sumarse varios países de la zona euro a partir de la crisis financiera iniciada en 2008, algo que, a juicio de Moscovici, debería tener como consecuencia "reforzar la credibilidad del país".

"Muy probablemente", ha afirmado el comisario en una comparecencia en París, España debería salir en mayo de este mecanismo de supervisión en el que entró en abril de 2009 para vigilar el exceso de déficit público en los países del euro, y de hecho será el último país en hacerlo y el país que más tiempo ha permanecido bajo este procedimiento.

En declaraciones a la prensa, el comisario dijo que la salida de España tendría lugar en marzo, pero un portavoz de la Comisión Europea aclaró posteriormente a Efe que en ese mes la autoridad estadística comunica los datos sobre las cuentas públicas, pero "la decisión formal se toma en mayo".

El año pasado lograron cerrar sus respectivos procedimientos por desvío excesivo Portugal, Bélgica, Croacia y Grecia, además de Francia, que corrigió su rumbo y consiguió que el déficit público no subiera por encima del 3%, pero la previsión ahora es que lo superará en 2019 por los gastos públicos derivados de las medidas para responder a las protestas de los "chalecos amarillos" (estimados en unos 10.000 millones de euros).

Para Moscovici, la prevista salida de España muestra que el procedimiento "funciona", que se puede "ser flexible en el diálogo y además reducir el déficit" y se ha mostrado "orgulloso de que no hayamos sancionado a ningún país".

La noticia llega en un buen momento para el Gobierno español, cuyo presidente, Pedro Sánchez, busca la mayoría para aprobar los Presupuestos Generales del Estado que este lunes ha presentado en el Congreso.

En 2017, Madrid cumplió por primera vez su objetivo de reducción de déficit público sin negociación en el curso del año, manteniéndolo en el 3,07% del PIB. Sin embargo, en julio, el nuevo Ejecutivo socialista tuvo que corregir su previsión de déficit para 2018 del 2,2% al 2,7%, y el objetivo para 2019 es del 1,3% el que marcó el Gobierno de Mariano Rajoy, ya que los socialistas no pudieron sacar adelante su propuesta de elvarlo al 1,8%.

Tras el déficit, el control de la deuda

Sin embargo, aunque España salga de este procedimiento contra el exceso de déficit, seguirá junto a otros países de la Unión Europea bajo el control europeo para reducir su deuda a medio plazo y continuar con ajustes. 

En el tercer trimestre de 2018, la deuda pública española era del 98,3% del PIB, por encima del objetivo del 97% marcado para el conjunto del año. La previsión del Gobierno es que el año se cerrará en el 96,9% del PIB y en los Presupuestos de 2019 que se presentaron en el Consejo de Ministros de la semana pasada se prevé bajar la deuda hasta el 95,4% del PIB al final del próximo año.

Por eso, aunque el comisario Moscovici considera que España verá "reforzada" su credibilidad política al salir del procedimiento de déficit excesivo, "eso no la libera de las obligaciones" para reducir el déficit estructural y continuar alejándolo del umbral del 100% del PIB.

En ese sentido, la Comisión Europea va a "seguir de cerca" la situación presupuestaria en Italia, Francia, Grecia y España. Tanto la Comisión Europea como los ministros de finanzas del Eurogrupo han advertido a nuestro país de que necesita más ajustes para cumplir con los objetivos de déficit y "atajar riesgos".

Sobre el caso de Italia, Moscovici ha recordado que en diciembre Bruselas llegó a un acuerdo con su Gobierno que fue "la mejor solución para todo el mundo", ya que evidenció "el triunfo del diálogo". Ahora se trata de "vigilar de cerca" la elaboración en detalle del presupuesto.

Asimismo, la situación de Francia al superar su déficit el 3% por las promesas de su presidente, Emmanuel Macron, como subir el salario mínimo y rebajar impuestos para aplacar las protestas de los "chalecos amarillos", "tiene que ser excepcional", ha señalado el comisario de Asuntos Económicos. 

"El 3 % no es un objetivo, sino un límite", de modo que a partir de 2020 Francia debe volver a disminuir su déficit y su deuda pública debe ser "sostenible", ha argumentado.

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