Leo Messi y Valverde durante un partido del Barcelona – Fútbol

La buena sintonía con el argentino ha sido clave para que Bartomeu amplíe dos temporadas el contrato del técnico, al que se le exige la Champions

«Con la renovación de Ernesto Valverde garantizamos la continuidad de un entrenador y de una persona que representa de manera excelente los valores del Barcelona y la visión que tenemos del fútbol. Compartimos un proyecto ganador para el Barça». Esta frase de Josep Maria Bartomeu podría pertenecer perfectamente a Leo Messi, auténtico artífice de la continuidad del técnico, que ayer estampó su rúbrica en el contrato que le unirá con el club azulgrana hasta el 30 de junio de la temporada 2020-21, la última de ellas opcional. La buena entente con el vestuario y, sobre todo, con el argentino, es la auténtica clave de su renovación, al que el club le valora también los títulos conseguidos, la buena imagen de club que proyecta en sus comparecencias públicas y su gestión de una plantilla repleta de egos.

Poco menos de un año después de que la silla del entrenador se tambalease seriamente tras la eliminación ante la Roma, llega una muestra de confianza que entonces brilló por su ausencia. La directiva se planteó en aquel momento poner punto y final a la continuidad del técnico, al que la reacción de sus jugadores en la final de la Copa del Rey le salvó de la destitución. Capaz de sentar a Messi en el banquillo (incluso ante el Real Madrid), el diálogo y el respeto a las jerarquías son el aval con el que ha conseguido revertir las impresiones que en el seno de la junta directiva generaban cierto debate. Y el propio Valverde lo sabe: «Me encuentro muy cómodo trabajando aquí, con el respaldo del club y de la directiva, pero también muy cómodo con el equipo, con los jugadores».

Apuesta de Bartomeu

Es además, un golpe de efecto en un momento de la temporada en la que el equipo se juega todos los títulos en juego. Con los octavos de final de la Champions y la vuelta de la semifinal de Copa ante el Madrid a la vuelta de la esquina, Bartomeu ha querido proyectar una imagen de solidez y confianza en el proyecto. «Era un paso importante para la estabilidad que necesita el club», ratifica el vicepresidente deportivo Jordi Mestre. Decisión arriesgada del club, que pretendía formalizar el acuerdo desde hace varios meses y que se encontraba con el distanciamiento del preparador, que seguía molesto por algunas decisiones como la desconfianza hacia su trabajo, el fichaje de jugadores que no había pedido o la intención de la dirección deportiva de hacer negocio traspasando a pilares básicos en su once, como Rakitic.

Cuentas pendientes y retos

«Estoy muy contento. Tenemos muchos retos por delante y el hecho de que el club piense en mi para darle continuidad al proyecto, me reconforta en cierta medida y me hace estar más responsabilizado», explicaba Valverde, al que le quedan cuentas pendientes que afrontar. La primera de ellas es la Champions League, objetivo prioritario de un club que lleva soportando que su eterno rival sea el actual campeón y sume tres consecutivas. Avisó Messi: «Vamos a hacer todo los posible para que esta copa tan linda y tan deseada vuelva a estar en el Camp Nou». Y el escogido para llevar la batuta desde la banda es Valverde, que esta temporada ya ha dejado claro que es consciente de las prioridades con sorprendentes rotaciones en la Copa del Rey.

Cantera y fichajes

Pero más allá de los retos deportivos, aún le queda una misión que se le recuerda constantemente: la apuesta por la cantera. Fichado por la confianza mostrada en la base de los equipos en los que ha estado, no ha demostrado esa misma filosofía en el Barcelona, en el que ha preferido apostar por fichajes sin reparar en el gasto que dar entrada a jóvenes valores de la Masía. Precisamente, canteranos como Oriol Busquets o Riqui Puig han visto barrada su ascensión por la llegada de jugadores que no les han mejorado y que han supuesto un gasto adicional. Este es otro de los aspectos de que debe mejorar Valverde, cuyos fichajes siguen sin encajar en el estilo azulgrana y muchos conviven entre el banquillo y la grada.

Rejuvenecer la plantilla

Por último, Valverde tiene un papel clave a la hora de rejuvenecer algunos puestos clave del equipo, como son los laterales, el pivote y el delantero centro. Futbolistas como Jordi Alba, Sergio Busquets o Luis Suárez no tienen relevos naturales que les puedan oxigenar y mucho menos sustituirles en un futuro cercano.

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