Felipe Reyes, durante el partido contra el Fenerbahçe – Final Four

El pívot del Real Madrid mostró en la zona mixta su descontento después de tener un papel secundario en el equipo

Una vez finiquitado el trámite del tercer y cuarto puesto, con victoria holgada del Real Madrid ante el Fenerbahçe (75-94), la calma que la desazón tras la derrota había insuflado en las filas blancas saltó por los aires. El dinamitero fue Felipe Reyes que, descontento con su papel en esta Final Four, dio cuerda a su lengua en la zona mixta.

«A nivel personal no es un año que vaya a recordar positivamente. Estoy tocado porque no entiendo ciertas cosas: sales, lo haces lo mejor que puedes, das el máximo y luego pasan cosas que no entiendes», dijo el pívot, en un dardo directo a Laso. «No entiendo nada. Me voy de aquí muy fastidiado. Después de salir y hacer bien mi trabajo no he tenido continuidad. Hace tiempo que me merezco una conversación con Pablo Laso, pero esa conversación no ha llegado», continuó.

Reyes, 39 años, ha visto cómo sus minutos encogían con respecto a los números del año pasado. El domingo, en el duelo frente al Fenerbahçe, disfrutó de 12 minutos sobre la pista de Vitoria. Antes, en los cuartos de final, se había tenido que conformar con estar presente en un solo encuentro de los cuatro que el conjunto blanco disputó frente al Panathinaikos.

«Yo voy a seguir trabajando con esfuerzo y humildad. Pero en realidad eso es secundario porque lo importante es el equipo. Ahora trataremos de luchar por la Liga pero tenemos que jugar el martes (contra el Valencia, a las 21.30 horas) y eso es otra cosa que no entiendo muy bien. Seguro que tiene una explicación que hayan puesto el partido ese día pero no es muy comprensible después de haber jugado el domingo por la tarde», zanjó Reyes.

Minutos después, Laso rebajó el revuelo que había levantado su jugador demandando más minutos y aludiendo a esa conversación que debe tener con el técnico para definir su futuro en el equipo. «Si Felipe quiere hablar conmigo, yo encantado. Creo que ha estado muy bien, ha marcado el ritmo del partido. Hablo con todos mis jugadores, les digo que mi puerta está siempre abierta. ¿Si quiere hablar conmigo cómo no voy a estar abierto a ello? Yo como jugador siempre pensaba que, si jugaba yo, había otro que no jugaba. Y el que no juega se merece el respeto. Y si yo no jugaba y jugaba el otro, tenía que respetar. Si hay alguien que quiera, defienda y valore a Felipe soy yo. Podemos hablar como en estos ocho años, es un jugador muy importante para mí, han pasado los años y hemos tenido momentos buenos y malos, lo que hace que siga jugando es esa ambición de querer seguir jugando. Me alegro muchísimo de que diga eso», concluyó el entrenador.

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