Alfredo Argensó (derecha) y Nika Muñoz, entrenadores de porteros del Roda – Espanyol

Un discapacitado gallego de 54 años podrá ver un partido del Espanyol y conocer a sus ídolos gracias al exmeta

Cuando alguien tiene un sueño y lo desea intensamente puede hacer que se cumpla. Eso es lo que le pasará a Marcelino Romero, un huérfano y discapacitado de 54 años, residente en Boiro (La Coruña). Las redes sociales y el altruismo del exportero Alfredo Argensó lo harán posible. Todo comenzó cuando Marcelino, perico de pro y conocido en los foros del Espanyol, publicó el pasado martes un mensaje a través de una plataforma. «Mi sueño es ir a Cornellá a ver un partido de mi Espanyol. Ese es mi sueño, poder estar un domingo disfrutando del partido, pero por el alto coste y la distancia será solo un bonito sueño. Ojalá pueda conocer a Hermoso, Borja Iglesias, Argensó y Marañón. Son solo sueños», escribió desde el centro de discapacitados donde está acogido.

Y el mensaje, como si fuera una carta para los Reyes Magos, llegó al buzón de Argensó, que no se lo pensó dos veces. «Marcelino déjalo en mis manos. Yo haré posible que puedas ir a nuestro estadio. Hablaremos en privado y haré que tu sueño se haga realidad», le contestó. Argensó, que defendió la portería del Espanyol durante cuatro temporadas, dejó una profunda impronta en la afición perica por su carácter, su personalidad y su implicación. Ahora es entrenador de porteros del Roda, filial del Villarreal. Tras indagar sobre los gustos de Marcelino y descubrir que juega de portero en un equipo de fútbol sala le envió una camiseta, una foto y le pidió el teléfono.

«Gracias Alfredo por hacerme el más feliz del mundo», descolgó el aficionado entre lágrimas. «La verdad es que se me partía el alma. Me dijo que llevaba toda la tarde llorando y que no sabía cómo me iba a pagar todo lo que yo estaba haciendo», desvela Argensó a ABC. «A veces cuesta tan poco hacer feliz a alguien…», añade. Ayer se puso en contacto con el Espanyol, que se ha mostrado muy receptivo a la iniciativa. «Iré a buscarle al tren, le haré de guía y quiero reunir a Marañón, a Hermoso y a Borja para que les conozca», explica el exportero, al que se le adivina una sonrisa cuando confiesa: «Así también veré yo el estadio nuevo porque siempre que he ido a Barcelona, el Espanyol jugaba fuera…».

Marcelino espera mientras disfruta con la poesía y recibe clases de escritura. «Héroe de los tres palos, señor de muchos sentimientos, caballero de la Corte blanquiazul, mosquetero del reino de Sarriá y emperador de toda una afición», garabatea pensando en Argensó.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Check Also

Día clave para esclarecer el futuro de Neymar

Mercado de fichajes El futbolista brasileño se incorpora hoy al PSG y mantendrá una reunió…